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ALZHEIMER Y ENFERMEDAD PERIODONTAL

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ALZHEIMER Y ENFERMEDAD PERIODONTAL

La enfermedad de Alzheimer consiste básicamente en la presencia de depósitos de proteínas anómalos en nuestras neuronas, es una enfermedad neurodegenerativa que comienza con olvidos ocasionales y desemboca en una demencia grave. Es la principal causa de demencia a escala mundial. Actualmente se estima en más de 46 millones de personas quienes la padecen y para el año 2050 se espera una cifra que ronde los 132 millones.


¿Qué es lo que ocurre en nuestro cerebro para desarrollar esta enfermedad?


Básicamente, en una primera fase, es una cuestión de depósito de sustancias a dos niveles de las neuronas. En el interior de la neurona en forma de sustancia derivada de la proteína tau y en el exterior de la neurona en forma de “placas amiloides”. En una segunda fase que podríamos catalogar de “celular”, es la inflamación el motor principal de las patologías.


Pero ¿de dónde y ante qué se produce la respuesta inflamatoria que hace que los depósitos intra y extra neuronales destruyan las neuronas de nuestro cerebro?


Suponemos que uno de los posibles desencadenantes de la inflamación crónica existente son las bacterias. Pero ¿de dónde proceden? Pues bien sencillo, de la cavidad nasal y bucal. En las bolsas periodontales (alrededor de los dientes con la mal llamada “piorrea” pero claramente identificada por el paciente) se han identificado más de 600 tipos de bacterias.


Las bacterias asociadas a las periodontitis segregan sustancias que vertidas al torrente sanguíneo inician la activación de los depósitos de proteínas acumulados en el interior y exterior neuronal. Incluso estas bacterias penetran directamente en el cerebro a través del tracto respiratorio. El resultado general es una inflamación crónica del cerebro con una muerte neuronal y el desarrollo de la demencia conocida como Enfermedad de Alzheimer.


Así pues, el tratamiento de la periodontitis, el alentar la higiene oral mediante cepillado, la eliminación de tabaco, y el uso de dietas saludables desde temprana edad pueden sin duda mejorar el futuro en relación con la mayor incidencia de Alzheimer.


Hagamos pues uso de nuestro poder sobre la enfermedad realizando una política de prevención (a quien corresponda) y en nuestro caso con una simple higiene bucal correcta y la eliminación de tóxicos que nada aportan.